Seamos protagonistas
Llevo
un tiempo falto de inspiración con la que plasmar nuevas historias y relatos,
dándome cuenta que los problemas que han estado acechando mi mente, no
tenían nada de literario ni poético.
Días
atrás, han vuelto a la pantalla de mi ordenador los símbolos e imágenes del
extinto movimiento indignado. Por todos lados, palabras de nostalgia y tristeza
por el aniversario del principio de una ideología que murió tal y como muere,
día a día, la esperanza de miles de
personas que no encuentran su sitio en una sociedad polarizada. Debo confesar
que yo únicamente fui un día a Plaza Cataluña, por varias razones. La primera,
como la mayoría, por la represión de la clase que ostenta el poder; un examen,
horas extra, todo vale para frenar nuestras determinaciones. Por otro lado y
quizás una de las razones de mayor peso, porqué la movilización no nos aporta
el poder de decidir nuestro futuro, por más que la belleza de la utopia nos
impida ver la realidad. Por último, siento tener que darle la razón a los
extranjeros, que con el uso de tópicos, nos ven como un pueblo bárbaro,
erráticos, irracionales, egoístas. No sabemos luchar por lo que queremos, por
la simple razón de que damos una importancia distinta a las necesidades de
nuestros vecinos. No hay cohesión del pueblo, no hay comunión, no hay consenso;
por todo ello, no hay ni autodeterminación ni poder.
Me
gustaría recordar que los libros que intentaban ser el grito de William
Wallace, la mecha que encendiera el gran cambio social nos decían que NOS
indignáramos, que NOS comprometiéramos y pensamos que teníamos el apoyo de los
que nos motivaban, pero siempre con el uso de la segunda persona. Indígnate,
TÚ. Comprométete, TÚ. ¿Dónde ha quedado el NOSOTROS? Os lo diré. En el mundo
hay problemas más grandes que los que tenemos, por lo que salir a la calle, no
hará que pasemos a ser nosotros los que controlen los hilos. Los William
Wallace nos dieron el camino, pero no el acercamiento del pueblo a la cúspide
de la Gran Pirámide.
Esa Pirámide invisible que nos contempla con la cabeza bien alta, haciéndonos
creer que somos hormigas. Esa Pirámide que, el día menos pensado, moverá sus
hilos y destruirá lo que se interponga en su camino.
¿No
os dais cuenta que si ellos nos atacan con la democracia, haciendo uso de la
demagogia, nosotros debemos hacer lo mismo? En España, votamos a la derecha
para castigar a la izquierda y, ¿qué se ha ganado? Nada, día a día, tenemos
menos derechos, menos servicios y los bancos más poder, nuestras casas, nuestro
dinero. En Cataluña, lo mismo. La derecha pseudo-nacionalista democrática
católica sacó las banderas catalanas, nombraron estratégicamente la
independencia y se metió al pueblo en el bolsillo, para luego robarnos el
dinero de la sanidad y la educación, dándoselo a bancos e iglesias. Como
estos dos ejemplos, muchos más; la mayoría. Les hemos dado el poder de hacer lo
que les de la gana: corrupción y expolio en nombre de la crisis.
Así
pues, me gustaría promover una nueva mentalidad. La formación de una coalición política
altruista que lleve a los teatros de títeres (Parlamentos, Congresos, Senado)
la voluntad de los que día a día trabajamos para que el país siga adelante.
¡Pero no sólo eso! Debemos ver realmente nuestro error al votar a quienes hemos
votado. Debemos llevar este mensaje a cada rincón de nuestro territorio, para
ganar poder sobre los que se ríen de nosotros en nuestras narices y salen
impunes. ¿Es que no lo veis? Debemos hacernos con el poder, no con las calles,
pues en las calles, ellos tienen la fuerza para desacreditarnos, para dejarnos
como bárbaros. El siguiente paso es la política de hombres y mujeres que
estemos dispuestos a rebajar el sueldo a los poderosos, hombres y mujeres que
no permitan la corrupción de un familiar, de un amigo, y sobretodo, hombres y
mujeres que tengan esta mentalidad global que nos permita trabajar todos juntos
contra el egoísmo social del que, hoy por hoy, todos estamos enfermos y del que
todos somos culpables, tanto por nuestro silencio como por nuestra sumisión.
¡Hagamos
que, por fin, nuestro voto tenga un valor real! ¡No nos dejemos engañar de
nuevo por los demagogos que nos gobiernan! ¡Formemos coaliciones políticas y
ataquemos donde más les duele!
2 comentarios:
Me parece muy bien la inquietud, hay que afinar conceptos,si se basa en la unidad y solidaridad ,es muy interesante.
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