Me presento

Hola a todos, soy Santi, alias Galdor. Desde que tengo 16 años, las palabras se han vuelto mis aliadas para crear mundos e historias, y para dar mi peculiar visión del mundo real que nos rodea. He publicado unos relatos recientemente, y ahora estoy a punto de publicar mi primera novela. No obstante, sigo escribiendo cortos relatos, que serán mi regalo a este lugar donde guardaré trocitos de mi ser. Mi mail es santi_galdor_quantum@hotmail.com, por si alguien quiere opinar de una manera más personal. Muchas gracias.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Protagonistas por nuestra propia felicidad

Antes de nada, me gustaría que todos pudiéramos decir la nuestra en este blog, se pueden añadir comentarios aunque no tengas una cuenta de gmail, incluso, usando un nombre anónimo si es de vuestro gusto no ser reconocidos, gracias a todos los que leísteis mi última entrada.


           Hoy me he levantado con sensaciones bipolares. Por un lado, me he encontrado un paquete que llevaba semanas esperando, con algunos ejemplares de mi primera novela dentro. El acabado me ha fascinado, colores intensos, brillantes, el lomo bien definido, la contraportada y las solapas con una buena resolución. Un buen trabajo. Por otro lado, viajando por la red, he encontrado una entrada de wikipedia llamada Corruptódromo, donde se enumeran cientos de casos de corrupción en ayuntamientos de nuestro país desde el año 2006. Debo confesar que he pecado de inocente todos estos años, pues es evidente que los casos que nos muestra la televisión han sido pocos en comparación con el número real de fraudes al tesoro por el que tanto nos piden que nos sacrifiquemos.

            Anécdotas de mi estupidez a parte, me gustaría seguir con el tema que tan importante me parece para el futuro de nuestros hijos, ya no sólo los nuestros. Esta noche he seguido pensando, después de un largo día de trabajo en el laboratorio, en las posibles vías de acción que tenemos para hacernos oír en ayuntamientos y parlamentos.

            Después de darle muchas vueltas, me he cuestionado qué debe hacerse para optar a la alcaldía de un municipio o ciudad. La cuestión residiría en sí es necesaria una inversión económica elevada para ser candidato en las Elecciones Municipales. He pensado en las dificultades que existen al dirigir un núcleo y también, lo fácil que podría llegar a ser hacerlo mejor de lo que se está haciendo ahora mismo, en muchos sitios. La cuestión reside en llevar el mensaje al pueblo, en hacerles ver que tenemos las mismas inquietudes y, aunque en cada ayuntamiento nos encontraríamos con problemas logísticos por culpa de la nefasta situación económica, una buena optimización de los puntos fuertes de cada territorio haría posible hacernos salir de nuevo a flote.

            El problema que reside en España es que nos han hecho creer que hay una barrera inexpugnable entre el votante y el político. El pueblo peca de modesto, muestra una autoestima mermada por la cultura que nos viene de las guerras civiles y los latifundios, entre otras cosas. Creo recordar que hay licenciados y graduados, ingenieros y técnicos suficientemente cualificados para llevar la economía, la industria, la educación, la sanidad y demás puntos fuertes de una sociedad con total transparencia y efectividad, siendo concientes de la falta de ética de la corrupción. Todos ellos, muy probablemente, ahora mismo estarán en el paro o opositando por un puesto, luchando contra miles de personas en la misma situación.

            Os pido que me ayudéis a entrar en los ayuntamientos, hacer ruido, ver quien mueve los hilos y pintar esos hilos para que todos veamos que quieren hacer con nuestras vidas. Os pido que dejemos los complejos a un lado y les plantemos cara. Es el único modo de evitar la represión, pues la represión jamás caerá del lado de la política, el yugo sólo se muestra imperturbable contra el pueblo. Así pues, convirtamos al pueblo en la política, para de una vez por todas decidamos que es mejor para nosotros.

            Por último, quiero confesarme profundo enemigo de cualquier persona que se deje corromper por el dinero. Para mí, no hay ser más despreciable en una sociedad que el que se cree con la superioridad suficiente para recoger los frutos del vecino y rompe el trato por el que todos podemos vivir sin matarnos los unos a los otros, a manos de la selección natural.


martes, 8 de mayo de 2012

Seamos protagonistas


Seamos protagonistas

Llevo un tiempo falto de inspiración con la que plasmar nuevas historias y relatos, dándome cuenta que los problemas que han estado acechando mi mente, no tenían nada de literario ni poético.

Días atrás, han vuelto a la pantalla de mi ordenador los símbolos e imágenes del extinto movimiento indignado. Por todos lados, palabras de nostalgia y tristeza por el aniversario del principio de una ideología que murió tal y como muere, día  a día, la esperanza de miles de personas que no encuentran su sitio en una sociedad polarizada. Debo confesar que yo únicamente fui un día a Plaza Cataluña, por varias razones. La primera, como la mayoría, por la represión de la clase que ostenta el poder; un examen, horas extra, todo vale para frenar nuestras determinaciones. Por otro lado y quizás una de las razones de mayor peso, porqué la movilización no nos aporta el poder de decidir nuestro futuro, por más que la belleza de la utopia nos impida ver la realidad. Por último, siento tener que darle la razón a los extranjeros, que con el uso de tópicos, nos ven como un pueblo bárbaro, erráticos, irracionales, egoístas. No sabemos luchar por lo que queremos, por la simple razón de que damos una importancia distinta a las necesidades de nuestros vecinos. No hay cohesión del pueblo, no hay comunión, no hay consenso; por todo ello, no hay ni autodeterminación ni poder.

Me gustaría recordar que los libros que intentaban ser el grito de William Wallace, la mecha que encendiera el gran cambio social nos decían que NOS indignáramos, que NOS comprometiéramos y pensamos que teníamos el apoyo de los que nos motivaban, pero siempre con el uso de la segunda persona. Indígnate, TÚ. Comprométete, TÚ. ¿Dónde ha quedado el NOSOTROS? Os lo diré. En el mundo hay problemas más grandes que los que tenemos, por lo que salir a la calle, no hará que pasemos a ser nosotros los que controlen los hilos. Los William Wallace nos dieron el camino, pero no el acercamiento del pueblo a la cúspide de la Gran Pirámide. Esa Pirámide invisible que nos contempla con la cabeza bien alta, haciéndonos creer que somos hormigas. Esa Pirámide que, el día menos pensado, moverá sus hilos y destruirá lo que se interponga en su camino.

¿No os dais cuenta que si ellos nos atacan con la democracia, haciendo uso de la demagogia, nosotros debemos hacer lo mismo? En España, votamos a la derecha para castigar a la izquierda y, ¿qué se ha ganado? Nada, día a día, tenemos menos derechos, menos servicios y los bancos más poder, nuestras casas, nuestro dinero. En Cataluña, lo mismo. La derecha pseudo-nacionalista democrática católica sacó las banderas catalanas, nombraron estratégicamente la independencia y se metió al pueblo en el bolsillo, para luego robarnos el dinero de la sanidad y la educación, dándoselo a bancos e iglesias. Como estos dos ejemplos, muchos más; la mayoría. Les hemos dado el poder de hacer lo que les de la gana: corrupción y expolio en nombre de la crisis.

Así pues, me gustaría promover una nueva mentalidad. La formación de una coalición política altruista que lleve a los teatros de títeres (Parlamentos, Congresos, Senado) la voluntad de los que día a día trabajamos para que el país siga adelante. ¡Pero no sólo eso! Debemos ver realmente nuestro error al votar a quienes hemos votado. Debemos llevar este mensaje a cada rincón de nuestro territorio, para ganar poder sobre los que se ríen de nosotros en nuestras narices y salen impunes. ¿Es que no lo veis? Debemos hacernos con el poder, no con las calles, pues en las calles, ellos tienen la fuerza para desacreditarnos, para dejarnos como bárbaros. El siguiente paso es la política de hombres y mujeres que estemos dispuestos a rebajar el sueldo a los poderosos, hombres y mujeres que no permitan la corrupción de un familiar, de un amigo, y sobretodo, hombres y mujeres que tengan esta mentalidad global que nos permita trabajar todos juntos contra el egoísmo social del que, hoy por hoy, todos estamos enfermos y del que todos somos culpables, tanto por nuestro silencio como por nuestra sumisión.

¡Hagamos que, por fin, nuestro voto tenga un valor real! ¡No nos dejemos engañar de nuevo por los demagogos que nos gobiernan! ¡Formemos coaliciones políticas y ataquemos donde más les duele!